La Quinta de Los Molinos representa un centro socio-cultural con elevados valores históricos, patrimoniales y ambientales, declarado Monumento Nacional en el año 1987. Son más de 4,5 hectáreas de bosques y jardines, actualmente restaurados, y una selecta exposición de especies animales. Representa uno de los pulmones verdes de La Habana y actúa como un icónico centro para combinar los valores medioambientales y la recreación constructiva en la comunidad.

Debe su nombre a la existencia allí, en tiempos de la colonia, de dos molinos que usaban la fuerza del agua de la Zanja Real, para para moler tabaco. El sitio es también sede desde aquella época del Jardín Botánico de La Habana y, aun cuando hoy su área es menor que la que tuvo siglos atrás, sigue albergando un profusa y variada y vegetación, que hacen de él un importante pulmón de la urbe.

El Jardín Botánico de La Habana «Quinta de los Molinos» alberga cuenta con numerosos árboles y otras especies vegetales, muchas de ellas endémicas de Cuba, y algunos ejemplares raros y antiguos. Como también lo hacen sus diferentes colecciones de plantas y animales –como el célebre Mariposario–, sus fuentes y estanques, sus pabellones y senderos que invitan a recorrer el lugar.

También cuenta con varias edificaciones, como la casa de descanso de los Capitanes Generales, durante el dominio español, que luego serviría de residencia al General Máximo Gómez, tras el fin de la Guerra de Independencia, y que sería convertida en museo. Por todos estos valores, y otros, fue declarada Monumento Nacional y es atendida por la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana, OHCH.

Varios proyectos sociales y ambientales tienen lugar en la Quinta de Los Molinos y actualmente es un centro de referencia sobre la utilización de las Fuentes de Energía Renovable.

La primera fase del proyecto «La Quinta de los Molinos·, hacia un nuevo modelo energético sostenible y cultura verde», desarrollado con financiación de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo AEXCID), ha permitido que el 100% de la energía que se consume en La Quinta se genere a partir de fuentes de energías renovables, concretamente energía fotovoltaica, y ha posibilitado la creación del primer Centro Demostrativo de Referencia (CEDER) de Energías Renovables y Cultura Verde en la ciudad de La Habana, como espacio de formación y sensibilización.